sábado, 16 de julio de 2011

La (ahora sí que Nueva) Oreja de Van Gogh

Veredicto #1....

La Oreja de Van Gogh, vuelve, exactamente 3 años después de la publicación de su primer disco con Leire (la “nueva” cantante), y uno entero de casi absoluta ausencia, “como al cole”, dicen, a esto de publicar un disco nuevo; la mañana de hoy, se estrenó en radio española el que se supone que es primer single: “La Niña Que Llora en Tus Fiestas”, algo que creo que ninguno de sus fans nos esperábamos.

Es algo curioso, porque publicaron un par de días antes en su web oficial la letra, acompañada de acordes, por lo que todos nos empezamos a hacer, cada uno a su manera, una idea de lo que podría ser la canción, y creo que mi principal problema reside en eso; y es que me gusta taaaaanto la letra, triste, dulce, fúnebre, lacrimógena, delicada, tímida, en fin, para mí, excelente. Pero por culpa de esa música electrónica y prefabricada, más la voz gritada (que no me desagrada del todo) de Leire, la canción pierde cualquier seriedad y sentido, y la letra queda eclipsada; y es lo que pasa con canciones así, no pueden tomarse en serio al 100%.

“La Niña que Llora en Tus Fiestas” el título, me encanta, porque para mí es enorme, de esos míticos orejudos, de esos que sugieren mil cosas, y, por desgracia, esa música lo opaca todo.

Y sí, La Oreja siempre ha coqueteado con cositas así con pinceladas (como Van Gogh) medio electrónicas en alguna canción, y es más que sabido que, efectivamente, es algo que les llama la atención, pero creo que esto es ya exceder algún límite orejudo clásico, porque sí, ahí están desde, qué se yo, Pop el Bonus de LOQTCMTHLD, Sola, pero en todas está La Oreja de siempre, algo que a mí siempre me ha gustado de ellos, un detalle pequeño, digamos, es el hecho de que La Oreja, es La Oreja en el local, en el estudio, en el escenario, y, a excepción de técnicos y productores, todo lo hacen ellos, como grupo, sin necesidad de “acoplados”, por lo que al escuchar una canción, tenemos la certeza de que al escuchar la guitarra escuchamos al poeta Pablo, al escuchar el piano escuchamos al genio de Xabi, al escuchar la batería escuchamos al grandísimo Haritz, al escuchar (o no escuchar) el bajo escuchamos al lindísimo Álvaro, y al escuchar un vozarrón escuchamos a nuestras reinas, Amaia o Leire; pero son ellos, tal cual, algo claro, como ellos son, no existe duda; y lo que sucede en ésta canción es que apenas se escucha la batería… cuesta distinguir la guitarra, y bajo y piano ni se diga.

Creo, realmente, que la culpa de que ahora tengamos un primer single super-pop-dance-electrónico-estruendoso, se lo debemos, no sé si desgraciadamente, a tanto que les dimos lata con Sola, creo yo, y es una gran lástima, porque aquélla funcionaba de maravilla (una canción más compleja, con más guitarras y menos distorsiones de éstas), pero es que ésta no acabo de entenderla, en realidad sí tengo toda mi fe y mi esperanza en ellos, espero, de todo corazón, que en un par de semanas me encante la canción, o que, cuando salga el disco me encuentre de verdad con esa Oreja a la que amo, tierna, sencilla, tranquila, melódica, dulce, no, no esperaré más rock lacrimógeno o baladas folk, pero sí algo que de verdad suene (no se lea simplemente) a Oreja, y en ese momento me de cuenta de que cometieron un gran error al elegir 1° single, y que ésta canción pudo haber servido más bien como 2° ó 3°, o tal vez ni siquiera encaje en el disco, y debieron haberla dejado como bonustrack. Y otra de mis esperanzas, triviales y absurdas, es que no sea la primera del disco, es algo tonto, pero no me parece para nada buena idea abrir el disco con ese sonido extraño.

Han pasado ya 3 años desde la publicación de A las Cinco en el Astoria, giraron en 2009, y a partir del 10 empezó su casi total ausencia, así que es obvio, que después de tanto tiempo des espera para un disco nuevo, he dado por ir investigando y escuchando muchísimos tipos de música, he naufragado desde Alex Ubago, El Canto del Loco, Amaral, Maldita Nerea, Héroes del Silencio, Enrique Bunbury… hasta dar con la seria patología que supone ser fan de Nacho Vegas, y me encuentro con esto, no me puedo sentir culpable de no amar la canción, y debo hacer entender a mi cabeza que, efectivamente, es más fácil oír hablar a Xabi de su contexto 2011 junto a Lady Gaga y Coldplay, que de sus influencias de Dylan y Cohen, algo que ya sabía de antemano.

Curiosamente, justo el día anterior al estreno de la canción, escuché una entrevista de Enrique Bunbury y Nacho Vegas, del 2006, cuando grabaron El Tiempo de las Cerezas, en la que, hablado de Dylan y el papel de la producción en los discos, decían que precisamente los discos más “producidos”, y en los que se busca, como las empresas y cadenas de comunicación, que suenen nuevos y modernos, y que siguen ciertas tendencias, son los discos que más rápido envejecen, como si tuvieran caducidad, y que después de un par de años son discos que suenan viejos; y me salen ahora La Oreja diciendo que “les chifla” Lady Gaga y Blacck Eyed Peas, y que ellos también están en el 2011 y quieren un disco que suene a este año, ¿cómo me quedo?

Sí, repito, es absurdo querer comparar la filosofía desde éste sentido, porque esto yo ya lo sabía, La Oreja descubren colegas nuevos, e intentan estar al día en varios aspectos, y Bunbury entre más se enamora de clásicos, más desprecia en lo que se ha convertido la industria del disco; pero aún así esta canción es algo que no logro comprender, será que mi imagen de Oreja dulce, tranquila, acústica y con música que mi cabeza situaba lo más alejada de la electrónica posible, me impide aceptar esto tal cual es.

Para mí La Oreja de Van Gogh nunca había sido un grupo comercial, y espero que no se convierta en esto. Otra de las cosas que no sé si me decepcionan de su decisión, o me esperanzan en cuanto a números, es que viendo paginas de encuestas y rankings musicales, sólo 1 de 10 (es verdaderamente impresionante) es algo así como una balada, o más bien, pop del que me gusta (Fácil, de Maldita Nerea, que gracias a Dios está en 2° lugar), y el resto de canciones son de gente así, electrónica, estruendosa, trivial, comercial; no me gustaría que mi querida Orejita de toda la vida sea catalogada de esa manera, pero bueno, hay que ver el lado positivo (se nota que hay que distinguir cuando una influencia de Vegas es válida xDD), si todo ocurre como yo espero, habrá mucha gente que los escuche, les irá de maravilla en cifras, y habrá gente en septiembre que se compre el disco, y se de cuenta de que LOVG siguen con su esencia.

Y podría decir que son unos vendidos-plásticos, y acusar a los fans de ligereza y fanatismo, pero yo sé que no, sinceramente no creo que hagan esto por el simple hecho de vender, yo conozco a mi Orejita, y sé que son uno de esos grupos que hace estrictamente lo que les place, y eso ya es un mérito, porque sí, LOVG es un grupo de con voluntad y de caprichos (véase Nuestra Casa a la Izquierda del Tiempo); y, aunque ésta canción no me guste del todo, me alegro por ellos, que si se les ha antojado hacer una canción con ukelele, grabar otra al aire libre, y publicar esta como single, lo han hecho y no se han quedado con las ganas.

Además, otro punto a favor que tiene ésta canción es que, a diferencia de las de estos grupitos y artistillas de electro-pop, ésta tiene una letra de verdad, y muy bien pensada, no dice tonterías y frivolidades, además de su duración, cosas que la distinguen claramente de cualquier canción de plástico, ya que la intención es otra, y esos sonidos prediseñados nomás sirven para acompañar una canción de verdad.

Sobre el cambio de etapa, sin duda, independientemente del sonido específico de la canción, hay que destacar, sin duda el hecho de que ésta canción ya es, por fin, de La Oreja con Leire, ya que ésta canción fue hecha completamente a su medida, y sí, tal vez éste single tan diferente sirva no tanto para cambiar de sonido o la esencia de LOVG, pero sí para hacer énfasis en que ahora se trata de cosas diferentes, y es el apogeo de la “nueva etapa”, y hacer que definitivamente el mundo deje de comparar las voces de Leire y Amaia, que, en fin, también puede ser un buen motivo para publicar algo así.

Y en fin, he de confesar que tampoco puedo esperar a ver ese cloe up de los ojos de Leire con kilos de maquillaje oscuro y lleno de brillos, y enfundada en un vestido de lentejuelas, con taconazos, bailando y cantando como una diosa, que será, sin duda, el videoclip, lo que me terminará de convencer.

En conclusión, estoy confundida!! Como hace tres años, no sé que pensar ni qué sentir, sólo tengo esperanza en lo que vendrá.

Pero bueno, con Bunbury he aprendido algo muy importante, después de un Radical Sonora viene un Pequeño. =)

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